CUENTOS: NACIMIENTO DE JESÚS
Era un 24 de diciembre Maria y José iban camino a Belén, José iba a pie y María sentada en un burro.
María estaba embarazada y esa noche tendrá a su hijo, el que se llamará Jesús.
Tiempo atrás el arcángel Gabriel visitó a María y le dijo que en su vientre llevaba al hijo de Dios, al que debía llamar Jesús.
Maria y José buscaron donde dormir esa noche, pero nadie podía alojarlos, estaba todo ocupado.
Un señor de buena voluntad les prestó un establo para que pasaran la noche, mientras José juntaba paja para hacerle una cama a María.
En el cielo nació una estrella que iluminaba más que las demás.
En el oriente, lejos de Belén estaban tres sabios astrólogos, se llamaban: Baltazar, Melchor y Gaspar.
Ellos sabían que el nacimiento de esta estrella significaba que un nuevo rey iba a nacer.
Los tres sabios a los que conocemos como Los Tres Reyes Magos fueron guiados por la estrella hasta el pesebre del nuevo rey, Jesús.
El nuevo rey ha nacido dijeron los Reyes Magos, y le regalaron a Jesús oro, mirra e incienso.
Así como Baltasar, Melchor y Gaspar llevaron regalos a Jesús,
ahora el viejito pascuero (Papá Noel) trae regalos en Navidad, celebrando cada año, el Nacimiento de Jesús.
EL CONEJITO BURLÓN
Vivía en el bosque verde un conejito dulce, tierno y esponjoso. Siempre que veía algún animal del bosque, se burlaba de él. Un día estabada sentado a la sombra de un árbol, cuando se le acercó una ardilla.
- Hola señor conejo.
Y el conejo mirando hacia él le sacó la lengua y salió corriendo. Que maleducado, pensó la ardilla. De camino a su madriguera, se encontró con un cervatillo, que también quiso saludarle:
- Buenos días señor conejo; y de nuevo el conejo sacó su lengua al cervatillo y se fue corriendo. Así una y otra vez a todos los animales del bosque que se iba encontrando en su camino.
Un día todos los animales decidieron darle un buena lección, y se pusieron de acuerdo para que cuando alguno de ellos viera al conejo, no le saludara. Harían como si no lo vieran. Y así ocurrió.
En los días siguientes todo el mundo ignoró al conejo. Nadie hablaba con él ni le saludaba. Un día organizando una fiesta todos los animales del bosque, el conejo pudo escuchar el lugar donde se iba a celebrar y pensó en ir, aunque no le hubiesen invitado.
Aquella tarde cuando todos los animales se divertían, apareció el conejo en medio de la fiesta. Todo hicieron como si no lo veían. El conejo abrumado ante la falta de atención de sus compañeros decidió marcharse con las orejas bajas. Los animales, dándoles pena del pobre conejo, decidieron irle a buscar a su madriguera e invitarle a la fiesta. No sin antes hacerle prometer que nunca más haría burla a ninguno de los animales del bosque.
El conejo muy contento, prometió no burlarse nunca más de sus amigos del bosque, y todos se divirtieron mucho en la fiesta y vivieron muy felices para siempre.
EL VIAJE INCREIBLE
Esta es la historia de Carlos, un ratón que vivía en la punta de un cerro.
Carlos trabajaba día y noche para limpiar el polvo a una bota que hace años atrás le había regalado su amigo, el viejito Michel.
Ya era costumbre para él pasar las navidades con esa bota, y como faltaba poco para las fiestas, escuchó que golpeaban su puerta.
¡Era su amigo Michel, que venía del pueblo!
Se le veía muy cansado. Carlos le dijo a Michel que se sentara a descansar. Michel había subido caminando hasta la punta del cerro para invitar a Carlos a pasar la Navidad en su casa. Michel pensaba que su amigo se sentiría solo en Navidad. Michel había tardado en su viaje más de los que debía, sabía que para subir a la punta del cerro tenía que caminar nueve días, pero, debido a lo resbaloso del pasto, había tardado el doble.
Michel se encontraba cansado y triste porque faltaban solo tres días para la Navidad. Sabía que era imposible estar de vuelta con su familia para ese día.
Así que Carlos, preocupado, pensaba y pensaba en cómo poder ayudar a su amigo. ¡Y planeó un viaje increíble!
Y fue así que, con voluntad y amistad, Carlos y Michel celebraron juntos la Navidad. Carlos con su bota, y Michel con su familia.
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