Como la desolada estrofa
en el rincón más oscuro
estabas sola.
Recordando los perfumes,
de tiempos lozanos, como la rosa
en su primavera ya lejana en el tiempo.
Descubriendo la amargura
de amar sin ser amada,
en tus ojos el brillo rebosante,
que solo la pena sabe.
Mujer,
hoy, mañana y siempre,
sin olvidar que yo,
fui y quise ser, sin saber ser,
el que de tus ojos arrancaba
una gota de cristal en forma de agua salobre.
Donald-01-08-2020