ESTRELLITAS Y DUENDES
"En el país de los cuentos había una vez un pequeño duende. Un duende muy
travieso que siempre andaba riendo y saltando de un lado para otro... Vivía
en una casita toda rodeada de montañas. A su lado, un pequeño río que
discurría plácidamente por la falda de la ladera describiendo un paisaje difícil
de imaginar.......... Lo que más gustaba al duendecillo era ver como cada
mañana, con los primeros rayos de sol, todas las flores de su jardín iban
abriendo una por una sus hojas..... Uno de aquellos días, como muchos otros,
salió a pasear a la montaña.
Y caminando entre las rocas encontró una flor: era
una flor preciosa, nunca había visto otra de igual belleza. Le había cautivado
tanto que pasó toda la tarde mirándola. Era maravilloso verla cuando se
contorneaba cada vez que el viento acariciaba sus hojas............. Al siguiente
día y al siguiente, y al otro, volvió para estar a su lado y mirarla. Un día como
tantos otros, nuestro duendecillo vio como de una de sus hojas caía una
pequeña lágrima. No entendía cómo la flor más maravillosa del mundo podía
estar triste. Se acercó a ella y le preguntó: -"¿Por qué lloras?". -Y contestó la
flor: "me siento triste aquí entre las rocas, sin nadie que me mire salvo tú. Me
gustaría vivir en un jardín como el tuyo y ser una más entre las flores.
Además, te concederé el deseo que más quieras si me llevas allí".
Fue
entonces, cuando el pequeño duende la tomó entre sus manos y con todo el
cariño del mundo la plantó en el lugar más bonito de su jardín........... Una
vez cumplido el deseo, la flor le dijo al duendecillo: - "Y bien, ahora que me
has llenado de felicidad al traerme aquí, ¿ qué es lo que más deseas en este
mundo?". Y el duendecillo entonces, la miró fijamente y contestó : - "Quiero
ser flor como tú para sentirme por siempre a tu lado".
Y
colorín colorado, en el país de los cuentos, el final ha llegado.
JORGE BUCAY