Todo (VI)
Como se abren las rosas, o la aurora,
o en explosión de pétalos tempranos,
me nació una mujer entre las manos,
alma de hiedra, densa, trepadora.
Una mujer de las de aquí y ahora,
con urgencia de tactos artesanos,
pero sin prisas; sus primeros planos,
prontos y abiertos, hambre que devora.
Me crecía en los miembros, en la mente,
nudo a mi voluntad, tan absorbente,
tan avasallador, tan de mi agrado.
Me negó el movimiento, lo hizo todo.
Aunque ese no es mi estilo, me acomodo.
Mañana giraré hacia el otro lado.
Los Angeles, 20 de julio de 2009
Francisco Alvarez Hidalgo.
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