
El 26 se julio se celebra el día de los Abuelos, que estas reflexiones de los Pontífices Juan Pablo II,
sobre San Joaquín y Santa Ana, abuelos de Jesús, y de Benedicto XVI, sobre los abuelos en general,
sirvan de estímulo y guía tanto a los abuelos como a toda la familia.
Santa Ana y San Joaquín fueron en su tiempo miembros del pueblo nacido de la fe de Abrahán y
formado por Moisés, que el relato del Éxodo describe como sediento de conocer la faz de Dios. El
evangelio nos recuerda con realismo que la humanidad está siempre y simultáneamente marcada por los
signos de la santidad y los focos de pecado. La humanidad está siempre necesitada de redención.
Las figuras de Santa Ana y San Joaquín, están asociados con la casa paterna de María, madre de Cristo.
Allí vino al mundo María, haciendo realidad en sí misma el misterio extraordinario de su Inmaculada
Concepción. Allí estuvo rodeada del amor y de la solicitud de sus padres, Joaquín y Ana. Allí
«aprendió» de su madre, Santa Ana, cómo ser madre. Y aunque, desde el punto de vista humano,
hubiese renunciado a la maternidad, el Padre celestial, aceptando su entrega absoluta, la recompensó con
la maternidad más perfecta y más santa.
Ana y Joaquín fueron, dentro de su
tiempo y de sus circunstancias
históricas concretas, un eslabón
precioso del proyecto divino de
salvación de la humanidad. Todos
nosotros, y sobre todo vosotros, los
jóvenes, podemos hacernos servidores
humildes y valerosos, sencillos y
generosos, de la Iglesia de Cristo, la
cual es precisamente el sacramento
de la Salvación. (Juan Pablo IIReflexión
tomada del Libro Conmigo
Día Tras Día).
Deseo referirme ahora a los
abuelos, tan importantes en las
familias. Ellos pueden ser — y son
tantas veces — los garantes del afecto y la ternura que todo ser humano necesita dar y recibir. Ellos dan a
los pequeños la perspectiva del tiempo, son memoria y riqueza de las familias. Ojalá que, bajo ningún
concepto, sean excluidos del círculo familiar. Son un tesoro que no podemos arrebatarles a las nuevas
Sagrada Familia con San Joaquín y Santa Ana