A que realmente huelen el hombre y la mujer?
Las mujeres huelen a cebolla y uvas, mientras que los hombres desprenden una aroma similar al del queso. Según una reciente investigación efectuada en Suiza, los olores corporales no son sólo un asunto relacionado con los desodorantes; también juegan un papel decisivo en las relaciones humanas, la seducción y la atracción o rechazo sexual.
El estudio de la compañía Firmenich, en el que han participado varios otorrinolaringólogos, ha comprobado que el sudor femenino posee gran cantidad de un compuesto inodoro que contiene azufre y que, al mezclarse con una bacteria que suele encontrarse en las axilas, se convierte en otro compuesto que huele a cebolla.
Los varones, por su parte, producen una mezcla de compuestos diferente, entre los que destaca un ácido que despide un aroma acre parecido al del queso, cuando entra en contacto con las enzimas que producen las bacterias de la axila.
No obstante, algunos científicos opinan que el experimento de Firmenich no daría el mismo resultado si se efectuara en otros países, ya que la producción de estos compuestos olorosos puede depender de factores que varían, como la dieta o los genes.
Otra investigación reciente, realizada en la estadounidense Universidad de Rice, en Houston (Texas), demuestra que el sudor humano no sólo es una cuestión de desodorantes, sino que puede transmitir una gran variedad de significados.
Según este trabajo, el cerebro de la mujer es capaz de descifrar el código de los distintos olores del sudor masculino, incluido el sexual, y existen varias áreas cerebrales relacionadas con el proceso emocional que incluye la información olfativa.
El estudio dirigido por la profesora Denise Chen ha confirmado que los cerebros femeninos son capaces de “procesar y codificar” el sudor sexual de los hombres.
Así comprobaron que en la interpretación de los olores participan varias partes del cerebro: la región fungiforme derecha, la orbifrontal derecha y la parte derecha del hipotálamo, una zona que está vinculada a la motivación y al comportamiento sexual.
EFE