Tras los misteriosos secretos de tu puerto hoy descubierto por estos ojos inocentes plancho mis cartas náuticas, arrancho con alimentos mi fardel arrío las estacas que me amarran a los muelles del hastío y zarpo. Singladura solitaria en busca tus paraísos cálidos tierra húmeda y boscosa donde se esconden voluptuosos tesoros, isla deshabitada que pretendo colonizar hincando mi estandarte en las faldas del monte venusiano floreado con coros de murmullos dulcemente expirados, y fondearé mi nave en la rada húmeda del puerto de tus encantos. Y navegaremos entre suspiros hasta embarrancar en las mullidas playas que ocultan los lienzos blancos de tu lecho. A/D
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