XXIX
No llores porque tus manos pierdan la cordura, el mal de amores nos viste de ansiedades enrojece los labios los humedece, erecta nuestros deseos y despierta esa locura por la que tú gimes en estos momentos.
XXX
¿Dónde estás amada mía? ¿Dónde debo satisfacer mis deseos? si te has ido y me abandonas y me dejas vacío.
¿Dónde puede recoger tu último beso? Dónde embriagarme de tus aromas si ya no yaces en mi lecho y la sábanas lloran de desconsuelo.
AMANTES SECRETOS FIN A/D
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