Luz que naces cada día eyaculando nuevas mañanas inunda este oscuro horizonte de letargos y bostezos prende la mecha de este corazón herido enamórame con nuevos sueños desterrando mis pesadillas - No huiría si tú amada mía me acogieras en aquel viejo caserón de lo alto de la colina. Sin ventanas por donde escapen nuestras miradas, sin puertas por donde entren las temibles soledades, sin macetas de bellas flores ornadas que nos roben el aroma de nuestras pasiones, sin luz que provoque sombras que enluten tu ojos de loba hambrienta. A/D
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