EL sueño de las manos con hambre
En otro sueño me pedías que besara las líneas de la palma de tu mano. Al acercarme vi con sorpresa, y extraña fascinación, que se habían hecho profundas y eran ya como bocas con labios sensibles que hormigueban cada vez que los besaba. "Ya ves -me decías- te beso y te como también con las manos". Siempre me había gustado que tu lengua me recorriera como una mano especial, más sensible, que sabe hablar un lenguaje secreto con mis músculos, con mis párpados, con mi cuello. Ahora tus manos tenían también el poder perturbador de tu lengua. "Pronto toda mi piel va a servir para devorarte". Te seguí besando y te estremecías cerrando las manos para guardar las huellas de mi boca. Cuando desperté tenía en las palmas de ambas manos una comezón terrible. Sólo se calmaba rascándome con los dientes, mordiéndome. Después de un rato volví a despertar para darme cuenta de que esa comezón también era un sueño.
De la red
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