SIETE VECES SIETE
Hablar del perdón es muy fácil
cuando hemos lastimado
a la persona amada.
El equivocarnos y reconocer que fallamos
rectificando el error tratando de remendarlo,
cuando el mal ésta ya hecho.
Pero que pasa si nos sentimos heridos
y en lugar de pedir perdón, lo damos?
Preferíamos castigar o perdonar?
Castigar sería como castigarnos a nosotros mismo
es difícil, tener uno mismo la razón,
sé pierde la felicidad,
Nuestros sentimientos valen de igual manera,
y al dar el perdón nos libramos de resentimientos
convirtiéndolos en paz.
Que difícil perdona cuando nos sentimos heridos
y más ha costa de nuestras razones
pero lo importante de perdonar
es vivir con en alma desahogada.
Es mejor no tener rencores ni odios
dejar que el tiempo cure las heridas,
inyectar la rabia con tranquilidad
no dar paso a la ira
que es la que nos llena de venganza.
Uno sé olvida de los fríos de invierno
cuando llega la primavera,
Uno sé olvida de la espina
al ver la hermosura de la rosa.
Aun que sea un proceso que durara toda la vida,
sé tiene que poner fin a esté ciclo de dolor
todos somos valiosos.
Por que más dolor tiene en el alma;
El que ofende, que a quien ofende.
De la red
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