Juego amoroso
Las manos a la altura del aire a dos o tres centímetros del vacío no se mirará nada preciso la polvareda que pasa el inesperado cortejo de plumas arrancadas al vuelo la nubecilla rosada y tonta que ya no es el cierraojos y el ábrelos en la breve opacidad de una luz que no se ve y el sueño pies de goma y azules y brillantes las estrellas rientes párpado sobre párpado labio contra labio piel demorada sobre otra llagada y reluciente hogueras eso haremos a solas
BLANCA VARELA
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