Sol@ en la vida
No importa las veces que mis deseos traten de llamar un segundo su atención. Estoy en un espacio inexistente que lo único que se puede ver es que es invisible. Tan sólo las gotas de lluvia me notan al caer sobre mí cuando evito su caída al suelo. Quizás algún cristal se da cuenta de mí cuando mancho su transparencia con mis dedos. Quizás las aves solitarias ven a una sombra caminante que siente su misma pena. Dos ojos son los que seguro captan mi presencia ante mi réplica en el espejo. El día me demuestra su comprensión tornándose triste, oscuro, nublado, y oculto el sol.
La música se adentra en mi alma tal vez para que yo sepa que no soy la única solitaria, y me hace sentir aún más triste al no poder acompañar a otro ser y hacer compañía de nuestra soledad.
En cambio, mi corazón sin poder verlo, lo ve y quiere saltar de su prisión para detenerlo y entregarle todo el amor que le profesa aunque él nunca haya de entender su pena. El miedo y el deseo se confunden para luego notar cuán inútiles sentimientos son ante él. Cuántas veces fallo en mi valentía y sigo penetrando más sin querer en el mundo de los que no se ven. El mundo de los que nadie nota, el mundo de los que nada aportan, el mundo de los tristes. De los que siguen cada paso del ser amado tan sólo con la mirada, de los que tienen cada sueño. Amor, tristeza, deseos, soledad, ilusión, nostalgia, esperanza, frustración... No sé cuál sentimiento me ahoga más. Tan sólo sé que cada vez voy quedando más sola en la vida. A/D
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