Besar tus labios en un papel y escribir con la tinta de mi corazón que por mis venas transita,
sentir tu piel a través del tacto del papel que mis dedos tocan y yo acaricio,
burlar el mundo e imaginar que por fin estoy contigo, son los deseos que me inspiran mientras te escribo.
La luna rota cada noche y tu en tu morada y yo en la mía, tu perdiéndome y yo añorándote mientras despierto como náufrago en tu puerto que no acabo de arribar.
En tus noches despliegas tus velas y mi barco arrecia rumbo a tu Norte,
me oriento en tus puntos cardinales y cuando aparece la luz de tus escritos trato de tocarlos para vivirlos y siempre tropiezo con la pantalla de nuestra realidad.
Oscuro suplicio al que nos prestamos cada noche sabiendo que nuestros cuerpos jamás gozarán juntos, y aún así, cada noche nuestras almas se empeñan en amarse.
¡Que extraño fenómeno saber que nuestros cuerpos no cuentan!
¡Que perfecto amor aquel que no derrama sudor, sino lágrimas!
Que asfixia besarte sin saliva, acariciarte sin manos, verte sin ojos y amarte sin amor.
d/a.