La navidad en los tiempos modernos
La navidad es una fiesta religiosa que evoca el nacimiento del niño y bla, bla, bla...
Ahora empieza la nota en serio. De fiesta religiosa le queda poco y nada,
ya que se ha convertido en una celebración tradicional de una época del año.
Conozco gente judía y atea que arma hermosos pinos navideños
y festeja en grande.
Considero que la navidad ha trascendido su origen religioso
para convertirse en una fiesta popular mundial,
fenómeno parecido al festejo del año nuevo.
Esto es muy bueno, ya que pocas veces la gente se une
a festejar sin discriminarse por raza, religión, etc.
Muchas personas despotrican contra estas fiestas
por su carácter comercial, que si bien es cierto,
creo que no vale la pena detenerse en eso.
Lo válido, es la oportunidad que estas fechas presentan
para reunir familias y grupos de amigos que,
por la rutina del alocado ritmo de vida que tenemos,
no nos resulta fácil encontrar ocasiones en que todos
estemos disponibles para compartir una mesa y charlar largo y tendido.
Resulta agradable descubrir que la tradición de los regalos
ha perdido algo de inercia. No hay mal que por bien no venga.
La crisis económica nos golpea, pero a su vez,
nos da oportunidades para aprender.
Con orgullo puedo comentar que conozco muchas familias que se reúnen,
y gozan más del encuentro que lo que de él obtienen.
Compartir con las personas a quienes queremos
puede ser un regalo muy preciado.
Si hubo un Jesús como el que la iglesia cuenta,
seguramente él daría prioridad a la reunión de las personas
antes que al rito en sí...
D/A
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