2. Buscar una solución
Una vez aceptada la existencia del problema y estando ya dispuestos a proceder a su solución, es hora de buscar una forma de resolverlo. Es importante dedicar tiempo y esfuerzo a investigar las causas y origen del problema. Después, es necesario realizar una investigación a fondo de las posibles soluciones y escoger la que nos resulte más adecuada.
Hoy en día es fácil encontrar información de utilidad usando Google, pero no hay que reducirse a esto: Debemos movernos, consultar a amigos, conocidos, o cualquier organismo que nos pueda servir de ayuda. Para esto es importante ser muy sociales y contactar con la gente que pueda ayudarnos. Sin embargo, aunque exista gente que nos pueda ayudar, la última responsabilidad para solucionar el problema recae en nosotros mismos.
3. Aplicar solución: Esfuerzo
Cuando tenemos un problema y queremos salir de él no es fácil. Muchas veces queremos quitarnos viejas costumbres a las que nos hemos habituado. Otras veces simplemente tenemos que manejar una situación puntual.
Es importante adoptar una visión más amplia de nuestro problema. Si es relacionado con un hábito, estamos acostumbrados a ello, por lo que es muy importante estar dispuestos a modificar un aspecto de nuestra vida y que sea diferente. Estamos “cómodos” con ese hábito, y salir de él cuesta, es extraño, desconocido. La fuerza de voluntad tiene un papel muy importante en esto. Por ello, es importante dedicar un gran esfuerzo y fuerza de voluntad para salir de ese hábito perjudicial.
Cuando se trata de un problema puntual, como una situación de la que queremos salir con éxito, hay que ser capaz de ver muchas opciones, incluso considerar opciones que jamás habríamos pensado en un principio. Es preciso tener una mente muy abierta.
Breves consejos:
- Para la solución de cualquier problema es muy importante la comunicación, el ser social, tener contactos y/o conseguir nuevos.
- Una mentalidad positiva es de suma importancia. Nada conseguiremos si tenemos en nuestra cabeza pensamientos negativos como “No lo conseguiré, no soy capaz”. Debemos creer en nosotros mismos y centrar nuestros pensamientos en todos los aspectos positivos que encontremos.
- Adaptabilidad: La solución de un problema en muchas ocasiones implica cambios. Debemos ser capaces de adaptarnos a nuevos cambios, estar dispuestos a cambiar parte de nosotros o de nuestra forma de vida.
Tomado de la red.