No... es tan sólo un precepto pero yo no lo acepto, porque mi corazón aprendió a amar en la distancia, a respetar y a esperar el tiempo justo como cuando se dan las rosas y el trigo.
La distancia me enseñó a meditar y concienciar como será el día en que dos almas enamoradas se puedan encontrar, me ha enseñado también la distancia a conocer el alma y a tocar corazones.
Por medio de la expresión escrita, "letras de oro" les llamo yo, he aprendido a encontrar en cada una de las mismas el significado justo de las cosas, que las letras no solo quedan impresas en el papel o en un ordenador virtual, sino en el alma misma de quienes escribimos un sentimiento.
Por esto aseguro que la distancia no es ni será nunca el olvido, creo y aseguro que en la distancia se unifican criterios, se identifican almas por más lejanas que se encuentren, y se encuentran del mismo modo seres de luz en quienes se puede confiar, a quienes se puede amar y respetar, seres bellos que pueden ser tus mejores amigos y ¿por qué no? grandes amores.
Yo en la distancia lo leo, lo disfruto, lo voy conociendo por medio de sus letras de oro, por sus expresiones escritas y por ese amor que veo salir por cada uno de los poros de su piel y de ese corazón tan real como el mío, que dentro de nuestros pechos late con el amor más puro y limpio, tal vez no encontrado aquí en mi realidad.
D/A
Besos