Un día de tantos, después de discutir muy fuerte con el padre de mis hijos, le grite : ¡ OJALA QUE TE MUERAS !.
Era tan desesperante el no ponernos nunca de acuerdo en nada, yo era muy joven y el 10 años mayor que yo. Mientras que yo quería salir, él deseaba estar en casa, yo platicar y el callar, yo ir al cine, él ver televisión y así.
Término por encontrar otra mujer con quien poder vivir como él lo deseaba, tenía dos mujeres en su vida sin que ninguna de las dos lo supieramos hasta el día aquel en que le grite : ¡ OJALA QUE TE MUERAS !.
Pasarón varios dias y una tarde nos llevo a pasear a una laguna muy famosa en Jalisco, pasamos la tarde en armonia y paz. De regreso a casa, los niños venian dormidos y empezamos a hablar en voz baja de nuestra situación y de nuevo le dije entre dientes : ¡ OJALA QUE TE MUERAS !, él contesto con una sonrisa : mas pronto de lo que crees.
No habian pasado 5 minutos de decir eso, cuando un auto entro en sentido contrario y nos choco de frente. El volteo el volante hacia un lado, recibiendo el todo el golpe y fallecio en forma instantanea.
Pasarón los minutos y alguien nos saco del auto,.han pasado muchos años desde aquella discusión y recuerdo con mucha tristeza que esa fué nuestra despedida. Así despedí al hombre con quien tuve 3 hijos, con quien comparti noches de amor, de romance y de felicidad, pero en mi amargura de los últimos dias, sólo veía el lado malo de él y de nuestro matrimonio.
¿ Cómo me siento hoy ? muy mal, se me cumplio mi deseo de que el muriera sin saber lo trsite que es vivir sin la persona con quien juramos amarnos y respetarnos por siempre.
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