La flor de Loto es muy apreciada, sobre todo, en el mundo oriental y forma parte de la simbología de muchas civilizaciones. El loto es una hermosa flor que emerge del fango, esta imagen expresa una gran espiritualidad y, por ello, forma parte de la simbología budista e hinduista. La pureza se eleva por encima de lo mundano, pero no sólo eso, la flor de loto florece al tiempo que da fruto y semillas. La flor de loto representa la santidad, sus hojas que surgen del barro no se mojan ni se ensucian. En el budismo el loto es el lugar donde se sienta el buda, el nacimiento de lo espiritual y divino. El loto de muchos pétalos surge del océano cósmico, el loto precisa del sol y del agua para crecer, de la idea del fuego y la forma del agua, espíritu y materia, es el símbolo del nacimiento divino, asiento del dios creador.
Brahma emerge del ombligo de Vishnú sentado sobre una flor de loto para crear el universo. Con un equilibrio perfecto surge el buda sobre el loto, la semilla espiritual en el alma humana, una semilla celestial, fuego en una naturaleza de agua.
Para las culturas orientales el Loto era la representación del fuego en el agua, el cielo en la tierra, la unión de lo divino y lo humano. Los egipcios al iniciarse recitan: "Soy como el loto, resplandezco en la Pureza". El loto plegado semeja un corazón en la base de una pirámide. Plutarco, decía haber aprendido de los sabios egipcios que el loto de hojas redondeadas era el símbolo del Cosmos y el de hojas triangulares representaba a la naturaleza y al origen piramidal de la misma.
En la India simboliza la fertilidad, la riqueza, el conocimiento y hoy en día es símbolo nacional; se relaciona con la diosa de la abundancia Maha Lakshmi y simboliza: la pureza, la belleza, la abundancia
En el arte oriental la flor del loto simboliza creación y pureza, el largo tallo del loto es como el cordón umbilical que une al hombre con su origen y la flor, con toda su belleza, representa la iluminación, la aspiración esencial del alma humana.