Era un niño que soñaba
un caballo de cartón. Abrió los ojos el niño y el caballito no vio.
Con un caballito blanco el niño volvió a soñar; y por la crin lo
cogía... ¡Ahora no te escaparás! Apenas lo hubo cogido, el niño se
despertó. Tenía el puño cerrado. ¡El caballito voló! Quedóse el niño
muy serio pensando que no es verdad un caballito soñado. Y ya no
volvió a soñar. Pero el niño se hizo mozo y el mozo tuvo un amor, y
a su amada le decía: ¿Tú eres de verdad o no? Cuando el mozo se hizo
viejo pensaba: Todo es soñar, el caballito soñado y el caballo de
verdad. Y cuando vino la muerte, el viejo a su corazón preguntaba:
¿Tú eres sueño? ¡Quién sabe si despertó!
ANTONIO MACHADO
|