Las leyes naturales, como la gravedad, son patrones fundamentales de la naturaleza y la vida. Describen las cosas como son en realidad, en oposición a como uno piensa que son en realidad, a como uno piensa que son o cómo desearía que fueran.
Obedecerlas puede ayudar a las personas a ganar control sobre su vida, mejorar sus relaciones, elevar su productividad personal y experimentar la paz interior.
Ley 1. Se controla la vida al controlar el tiempo.
Controlar la vida significa controlar el tiempo, y esto último significa controlar los eventos que ocurren en la vida. El verdadero punto es: ¿qué eventos puedo controlar? Enfocarse en el control de los eventos de la vida constituye toda la diferencia.
Ley 2. Los valores que gobiernan la vida son la base del éxito personal y de la satisfacción.
Cada persona vive de acuerdo con un conjunto único de valores rectores. Estos valores son las cosas más importantes para uno. Son representados por las respuestas más claras que es posible dar a tales preguntas: ¿Cuáles son las principales prioridades en mi vida? Y de estas prioridades, ¿cuáles tienen mayor valor?
Ley 3. Cuando las actividades cotidianas reflejan los valores rectores, se experimenta una paz interna.
A medida que alguien concentra su tiempo y energía en alcanzar tareas que tienen verdadero significado en la vida, la persona es cada vez más productiva y alcanza una paz interior: una sensación de paz y unidad.
Ley 4. Para alcanzar cualquier meta significativa, es preciso salir de la zona de comodidad.
A veces se desarrollan zonas de comodidad mentales, emocionales, sociales o psicológicas. Salir de la zona de comodidad requiere esfuerzo y compromiso.
Ley 5. La planeación diaria aprovecha el tiempo mediante un aumento en el enfoque.
El costo es pequeño: sólo diez a quince minutos al día, pero se disfrutarán muchos beneficios a lo largo del día, como tareas definidas con claridad con fechas límite, aumento del enfoque en las tareas más importantes, pasar menos tiempo entre proyectos, y un sentido mayor de logro al final del día.
Ley 6. La conducta es un reflejo de lo que se cree en realidad.
La creencia refleja lo que se cree en realidad, y si la conducta no parece reflejar una creencia afirmada de manera consciente, se deberá mirar con cuidado las creencias en conflicto.
Ley 7. Se satisfacen las necesidades cuando las creencias concuerdan con la realidad.
¿Cómo es posible decir que una creencia, actitud u opinión sea correcta? Si los resultados de la conducta cumplen con una o más necesidades básicas, quizá se tenga una creencia correcta. A la inversa, si los resultados no cumplen con las necesidades, se podrá estar bastante seguro de que la creencia es incorrecta.
Ley 8. Las conductas negativas son superadas al cambiar las creencias incorrectas.
Las creencias incorrectas producirán conductas negativas y de derrota en uno mismo. La conducta negativa muchas veces es resultado de tratar de cumplir las necesidades de la vida con creencias incorrectas o inapropiadas.
Ley 9. La estima de uno mismo debe venir en último término, del interior.
Si se cree que el valor propio depende de la aprobación de los demás, es posible que la persona se encuentre actuando en sentido contrario a sus valores más profundos. Sólo cuando se vive de acuerdo con los propios valores se encontrará la estima de uno mismo y la satisfacción que proviene del interior.
Ley 10. Dar más y se tendrá más.
Cuando alguien tiene un exceso de algo: riqueza, talento, conocimiento, capacidad, experiencia; se tiene la obligación de compartir ese exceso con los demás, de modo que constituya una diferencia. Si todos nos condujéramos de ese modo, la mayoría de los problemas del mundo se podrían resolver.