Oh señor te pido la tengas junto a ti
Yo la extraño demasiado,
Pero un ángel te faltaba a ti
Admito que es doloroso
Haberla visto partir
Solo se que tu la amas
Como yo la amé aquí
Gracias padre mío
Por no hacerla sufrir
Su muerte fue el sueño
De un profundo dormir
Y mis lágrimas el desconsuelo,
De no tenerla más aquí
Dios mío te lo suplico
Darme la resignación
Para aceptar que te la llevaste
Para sanar mi corazón
Para no morirme con ella
De tristeza de dolor
Esta es una plegaria
Para aquellos que han perdido
Sus seres queridos y amados
y que mucho han sufrido
Solo una cosa les digo
Que yo he aprendido
La muerte no está más que en la mente
Y de la mente, el olvido.
Colaboración de Magali Sauceda
México