EL HUESPED
Vive en este mundo como si fueras un huésped. Tu verdadero hogar no está aquí. Puede que la escritura de la casa esté a tu nombre; pero, ¿De quién era antes de que tu la comprarás? ¿Y de quién será cuando mueras? Es tan sólo una posada al borde del camino, un lugar para descansar brevemente del largo viaje hacia tu hogar que se halla en Dios.
¡ Qué necia es la gente al dedicar tanto tiempo a mimar sus cuerpos, a acumular riquezas, a amasar más posesiones! Cuando los golpee la muerte deberán abandonarlo todo.
Por lo tanto, considérate un huésped en la tierra. Como es natural, mientras vivas aquí, intenta ser un buen huésped. Compórtate lo mejor que puedas. Actúa responsablemente. Cuida las cosas que Dios te ha dado para hacer uso de ellas. Pero nunca olvides, ni por un instante, que no son tuyas, sino suyas.
D/A
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