TU CAPRICHO Y TU EDAD, SEGÚN SE MIRE...
Tu capricho y tu edad, según se mire, provocan tus defectos o tu encanto; y te aman por tu encanto o tus defectos, pues tus defectos en encanto mudas.
Lo mismo que a la joya más humilde valor se da en los dedos de una reina, se truecan tus errores en verdades y por cosa legítima se tienen.
¡Cómo engañara el lobo a los corderos, si en cordero pudiera transformarse! Y ¡a cuánto admirador extraviarías, si usaras plenamente tu prestigio!
Mas no lo hagas, pues te quiero tanto que si es mío tu amor, mía es tu fama.
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