Hay palabras preciosas deseando ser oídas.
Hay frases hermosas que esperan ser escritas.
Hay pensamientos de una tarde, que antes de ser poemas, fueron mariposas en el aire.
Hay poesías sencillas como palomas y versos transparentes como cristales.
Hay historias grandes e insondables que se tienen por pequeñas y graciosas.
Hay odiseas tan breves y tan cortas que fueron escritas para nadie.
Y hay versos como estos, simples como jilgueros, escritos en un momento para las niñas hermosas con rosas en el pecho.
DE LA RED
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