Tú eres un caracol oyendo nostalgias en los tumbos del mar, en las pescadoras gaviotas que perdieron su ruta.
Tú eres un caracol ovillado en la bruma; va pasando un desfile de celajes sedientos. Yo estoy empujando con mis remos al mundo, pero él está encallado con su tromba de fuego, o con su rezo de niño.
Tú eres la mariposa que voló al despertar: Vas trazando arabescos con tus alas de arroyo, vas buscando las flores que murieron sin tregua.
Tú eres una mujer, un poco soy yo y un poco eres tú, y por esas huellas livianas de arena te sigo por el borde de todos mis deseos, te invento so pretexto de amarte hasta el abismo, hasta ser uno solo en el confín de los sueños
D/A |