Por qué te confundes y te angustias ante los problemas de la vida?
Tu parte es hacer todo cuanto está en tus manos para tratar de solucionarlos, pero si después de hacerlo no lo has podido lograr, confía y déjame obrar a mí…
Deja de luchar y de tratar de arreglarlo todo, échate a un lado y déjame obrar a Mí. Todo ira mejor si se resuelve según mi voluntad…
No te desesperes, no ores como si trataras de exigirme y obligarme a que cumpla tu deseo. Solo dime con calma y confiadamente cual es tu necesidad y espera…
Evita toda preocupación y angustia sobre lo que pueda sucederte.
No estropees mis planes queriéndome imponer tus maravillosas ideas.
Déjame ser tu Señor y actuar con toda libertad.
Descansa en mí y deja tu presente y tu futuro, en mis manos. Lo único que necesito oír de ti es:
“Señor, yo confío en ti”