Señor
Señor ¿Por qué me has puesto
en esta disyuntiva
de andar muriendo vivo
tratando de olvidarla
o abrir aún más mi herida
viviemndo para amarla?
Señor ¿Por qué me has puesto
un corazón que siente
su ausencia de mi cielo
y estas manos carentes
de acariciar su pelo?
Si el mundo está colmado
de tantos sinsabores
¿Por qué no me permites
que yo cuide las flores?
Tú, que lo puedes todo
¡Mátame o dame el modo!