Hoy siento ese vivo deseo
de poder recordar aquellos
cálidos y hermosos momentos,
sí, momentos por los que vivimos
en la forma que se aprende, si aprendimos,
a valorar cada uno de ellos…
porque en realidad se convierten los sueños…
¡tú y yo sabemos de eso!
Déjame recordarte entre mis brazos
entre el algodón y la ceda
amándonos en una total entrega
atando de nuevo aquellos lazos
una vez más, como aquella vez primera.
Sutil armonía, romántica, duradera,
esa memoria, que no se explica, porque es verdadera.
Es lo que me inspira, lo que corre por mis venas
es lo que llena mi vida,
es como un indulto que levanta todas mis penas.
¡Y me llena de alegría!
…
Vida mía.
…
Eso solo lo sabemos tú y yo…
en una noche fría
con una luna serena
esa que brillaba en tu mirada
mientras la música de nuestros cuerpos
a las estrellas acompañaba
“Opus” de un amor
que no lo entiende cualquiera…
¡Si supieras cuanto te amo!
Porque amor como el nuestro
no nace dondequiera.
Es por eso que yo valoro
cada éxtasis, cada momento,
esos preciados minutos
que hemos compartido juntos
es por eso que a Dios yo le oro…
para que nos deje terminar este reto.
Porque sé que con otros
hemos compartido
pero para ambos, lo que hemos sobrevivido
somos esa recompensa, si somos el todo...
aras de un ‘Poder Divino’
sí, Él es el Todopoderoso…
es por eso que Él nos ha unido.
Para poder amarnos
como jamás habíamos podido.
El Poeta Rascaso
Playa de Fajardo
Puerto Rico
08-04-09