ENFERMO
Vendrá del Dios alerta que cuenta lo fallido. Por diezmo no pagado, rehén me fue cogido. Por algún daño oscuro así me han afligido.
Está dentro la noche ligero y desvalido como una corta fábula su cuerpo de vencido. Parece tan distante como el que no ha venido, el que me era cercano como aliento y vestido.
Apenas late el pecho tan fuerte de latido. ¡Y cae si yo suelto su cuello y su sentido!
Me sobra el cuerpo vano de madre recibido; y me sobra el aliento en vano retenido: me sobran nombre y forma junto al desposeído.
Afuera dura un día de aire aborrecido. Juega como los ebrios el aire que lo ha herido. Juega a diamante y hielo con que cortò lo unido y oigo su voz cascada de destino perdido...
GABRIELA MISTRAL
|