AMISTAD SIN ROSTRO
Nosotros nos sentamos, escribimos y miramos fijamente el monitor.
Todos nosotros podemos imaginar lo que esto puede significar.
Con nuestros ratones viajamos, por cuartos como laberintos.
Buscando algo o alguien como si estuviéramos hipnotizados.
Nosotros chateamos unos con otros, compartimos nuestras penas,
formamos pequeños grupos, y luchamos contra nuestros enemigos.
Esperamos por alguien que escriba nuestros nombres.
Queremos reconocimiento y ofrecemos lo mismo.
Damos besos y abrazos y en ocasiones coqueteamos.
En cuartos chateamos profundamente y revelamos aquello que nos duele.
Nosotros formamos algunas amistades, ¿por qué?, no lo sabemos,
Algunas se marchitan, otras florecen y crecen.
¿Por qué en las pantallas podemos ser tan grandes diciendo nuestros secretos
que nunca han sido revelados?
¿Por qué compartimos, nuestros pensamientos con aquellos que no nos ven y piensan que somos ciegos?
La respuesta es sencilla, es tan clara como el cristal.
Todos tenemos problemas y necesitamos alguien a quien contárselos
No podemos decírselos a la gente "real", pero a alguien se lo debemos contar.
Así que vamos a la computadora, y hacia aquellos en quiénes confiamos.
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