Para alejar la envidia
Nunca mires a los lados. Compararnos con personas que nos parece que tienen
más bienes materiales, más éxito, gozan de un don especial o resultan más atractivos
que nosotros, puede ser muy negativo porque hace que nos sintamos inferiores
al creer que nunca tendremos aquello que admiramos en ellas.
No te dejes llevar por las apariencias. Muchas veces deseas algo que tienen
otras personas que te parece que tienen más que tú, pero tú no sabes en realidad
cuál ha sido su costo para conseguirlo, tal vez sacrificaron su familia,
su tiempo libre, su bienestar. Concentra tu atención en reconocer todos tus
tesoros esenciales y en darte la oportunidad de disfrutar de cada uno de ellos.
Alégrate por los éxitos de los demás. Cuando somos capaces de alegrarnos y celebrar
los éxitos y la felicidad de otras personas, en especial de nuestros seres más queridos,
a través de la generosidad del corazón, nos contagiamos de esos sentimientos,
y la prosperidad, la abundancia y la sabiduría se hacen presentes en nuestra vida.
Además, si estamos suficientemente abiertos, podemos aprender cuáles fueron
las claves y las herramientas que usaron para conseguirlos.
Cambia tus ideas. Recuerda que no eres ni más ni menos que los demás,
y que poseer cosas materiales no garantiza que seamos felices. Aprende a valorarte,
y conviértete en tu propia fuente de motivación. Observar a una persona que
admiramos por sus habilidades sociales o capacidades profesionales, para
aprender a de ella, sin obsesionarnos o desear ser como ella, puede ser positivo.
Recuerda que eres especial y único en el mundo, cultiva tu individualidad.
D/A
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