Tú...
tentadora, como la manzana;
atrayente, como la luz;
dulce, como la miel;
deliciosa, como la fruta;
delicada, como la nube;
ofrecida, como la promesa;
acogedora, como el hogar;
mimosa, como la gata;
profunda, como la mar;
perfumada, como la flor;
misteriosa, como la noche;
romántica, como la poesía;
sensual, como el terciopelo;
esperada, como el futuro...
Así deseo seas en mi amor.
Yo...
cálido, como el verano;
sensible, como la piel;
aventurero, como el viento;
experimentado, como el pasado;
juguetón, como el niño;
estimulante, como el vino;
atrevido, como el abismo;
tierno, como la madre;
apasionado, como el volcán;
entretenido, como el tiempo;
voluptuoso, como el humo;
complaciente, como la tierra;
amante, como la sombra;
eterno, como el paraíso...
Así quiero ser en tu lecho.
(Miguel Angel Aguilar Muñoz