Tú no me olvidarás jamás...
¡Tanto amaste al mundo
que, por él, te entregás.
Tanto lo perdonas...
que lo volvés a perdonar!...
¡Tanto amás al mundo
que no disimulás...
Tanto lo esperás
para que decida cambiar...
¡Y aunque te decepciona
lo volverías a crear!..
¡Tanto amás al mundo
que no lo podés no amar...
Se convirtió en tu "locura"
y no lo dudás:
¡Te seguimos crucificando...
y nos regalás...tu Mamá..!
Pbro. José Luis Carvajal