VIVIR CON VALORES
Hay cosas que tienen precio y otras que tienen valor. Existe lo que cuesta y lo que es costoso. No todo lo que es precio recide en el valor. Y mucho de lo que es costoso no tiene precio. Valor, costo y precio pueden y suelen usarse como sinónimos aunque no significanlo mismo. No está de más detenerse en este aparente juego de palabras cuando se conecta la idea de valores con la idea de familia y con la de educación.
¿Con que valores crecerá mi hijo/a?
¿Cómo hago para transmitirle mis valores?
¿ Qué valores le permitirán construir una vida con sentido?
¿Se puede tener valores en una sociedad que parece dejarlos de lado?
El gran médico, psicoterapeuta y filósofo vienés Viktor Frankl sostenía una consigna que puede funcionar como respuesta a estas inquietudes. Decia: "No podemos enseñar valores, debemos vivir valores. No podemos dar un sentido a la vida de los demás.Lo que podemos brindarles en su camino por la vida es, más bien y únicamente, un ejemplo: el ejemplo de lo que somos".
En la edad temprana, durante su formación, los padres son para los hijos referentes ineludibles e indiscutibles. Los chicos son recientes en el mundo, todo es novedad necesitan guias para explorar su hábitat físico, emocional y afectivo y ubicarse en él.
¿Quién podrían ser más confiable y creíble que aquellos que los alimentan, que los protegen, que juegan con ellos?
Los padres son los primeros educadores ya que educar es precisamente transmitir modelos de vida, patrones de conducta, y
precisamente valores.
El mismo Frankl sostenía que los valores, al ser vividos, dan sentido a la existencia. Y se sostienen en tres fundamentos:
* Los valores creativos, aquellos que se reflejan en lo que hacemos, en las actividades en las que nos expresamos.
* Los valores vivenciales, que nutren nuestros vínculos, nuestra relación con los otros y tienen expresión culminante en el amor.
* Los valores actitudinales que se manifiestan en nuestras conductas ante la imposibilidad, el dolor, el límite, el sufrimiento.
Los bienes y servicios tienen valor. La libertad, la sinceridad, la empatía, la honestidad, la solidaridad, la responsabilidad, la justicia,la equidad, la dignidad, el respeto y en difinitiva el amor son valores. Ser un valor es ser un atributo deseado, apreciado.
¿Para qué? En este caso, para enriquecer, nutrir, afianzar y dar trascendencia a nuestra relación con los demás y en difinitiva a la convivencia humana.
NO HAY VALORES A SOLA:
Los valores solo pueden ser entendidos si hay otro. Respeto, sinceridad, honestidad, amor, solidaridad y empatía no significarían nada, serían palabras sin el menor sentido para una persona que hubiera nacido de una semilla y viviera sola en una isla, sinrelacionarse jamás con otro ser humano. Ante él, con él, seremos responsables (responderemos), respetuosos, sinceros, empáticos, amorosos. Algo tan sencillo y obvio como esto suele escapar de nuestra memoria y de nuestra experiencia con mucha facilidad. Pero justamente porque los valores sólo germinan en nuestra relación con el otro, la mejor manera de comprender lo que significan es, más que describirlos, vivirlos.
Si nuestros hijos descubren, en la relación cotidiana que mantenemos con ellos, que somos sinceros, si se sienten respetados por nosotros aun cuando les aplicamos una sanción
(sancionar no significa descalificar), si sienten que nuestro amor hacia ellos se expresa en acciones y no solo en palabras, si registran en carne propia sus sentimientos, si nos hacemos cargo de nuestras actitudes (aunque eso signifique una rencilla, una mala cara) y no le "echamos la culpa" a otros o a las circunstancias, estarán aprendiendo mucho acerca de los valores y probablemente serán esos mismos valores los que adopten para sus propios vínculos y su propia vida.
De nada servirá darles un completo sermón acerca de la mentira si un dia descubren que les mentimos.
¿Cómo podremos insistirles en el valor de la responsabilidad si nos ven cruzar un cemáforo en rojo o ir a muy alta velocidad?
¿Entenderán que es el respeto si nos escuchan permanentemente hablar mal de los otros y haciéndolo con palabras descalificadoras o si oyen nuestras ironías acerca de "aquella gordita" o "ese bobo"?
Si decimos que queremos a un familiar, amigo, etc , pero nos observan despreocuparnos acerca de sus padecimientos o necesidades, ¿qué idea se formarán de la amistad?
Se puede comprar lo que tiene valor, pero no lo que es un valor.
Es decir, no se puede comprar un amigo (por muchos intento que se hagan), ni respeto (en todo caso, lo que se compra es miedo), ni empatia, ni solidaridad, ni cooperación, ni sinceridad (no se debe premiar a alguien por no mentir, en todo caso lo recompensará a su manera, la vida).
Puede ocurrir que se "olviden" debido a la tentación de un placer o una ganancia material inmediata, pero ese olvido siempre tiene consecuencia en nuestros vínculos y en nuestra propia armonía psíquica y emocional, aunque a menudo parezca que no o esa consecuencia no aparezca de inmediato.
Hace algunos años el pensador Josef Seifert, rector de la Academia Internacional de Filosofía de Liechtenstein, enunció seis valores que dan sentido a la vida:
1- RESPETO
Aplicado a las personas, a las criaturas vivas de todas las especies y al entorno en el que vivimos.
2- GRATITUD:
Como forma de registrar la existencia de los otros y de reconocer todo lo que recibimos y sobre lo que a veces, poco recapacitamos.
3- PACIENCIA:
Para reconocer la existencia de los límites, para aprender a vivir con ellos y para salir de la inmediatez y de la urgencia como patrones de conducta.
4- HUMILDAD.
Otra forma de reconocer nuestras limitaciones, de saber que,así como tenemos, podemos no tener. y de no olvidar a los otros.
5- PERDÓN Y ARREPENTIMIENTO:
A través de ellos aceptamos nuestra fabilidad y ejercitamos nuestra capacidad de reparar.
6- AMOR Y ESPERANZA:
Son los valores de donde emanan los más profundos sentimientos de la vida. El amor es la máxima aceptación hacia el otro y la esperanza es la base de nuestro estar en la vida.
Escritor Sergio Sinay
Tema anterior
Primer 
