
CADA DIA
Cada dia que saludas es una oportunidad que tú me regalas, Señor, para vivir con fe, amor y bondad. Son las virtudes que necesito y que me llevan a convivir en paz y entenderme con todos.
Si aprecio la humildad, puedo desterrar la soberbia y actuar siempre como instrumento de Dios. Una lección que entendió con claridad Francisco de Asís. Cuando uno actúa como instrumento, el orgullo se desvanece. También Maria de Nazareth nos enseña a hacer siempre la voluntad de Dios sin intereses egoístas y resabios inútiles.
No es una mision fácil porque el amor es exigente y la vida nos sacude con pruebas que parecen insufribles. Ella lo vivió desde un sucio pesebre hasta la desolación de una cruz y nunca sucumbió al desespero.
Navidad no son luces externas y regalos materiales, es vivir siempre conectados con Dios como lo hizo Maria.
Ruth Bermeo

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