(“Nazaret, un hogar donde Cristo no añore el Cielo”)
En el Cielo hay alboroto
porque un niño va a nacer,
allá en un pueblo remoto
que conocen por Belén.
¿Cómo podrá estar el Hijo
viviendo lejos del Cielo?.
En este mundo que Él hizo,
¿sabrán que el Niño es el Verbo?.
Si cuando nace ya es pobre
y de todo despojado,
¿no puede pasar entonces
que el Cielo viva añorando?
Es el Amor el que nace
en este humilde portal
y recibe de sus padres
amor y entrega total.
Si en el Cielo hay quien le quiera,
aquí en la tierra también,
que con gran gozo le esperan
la Virgen y San José.
Alegría hay en el Cielo
hay alegría en la tierra,
porque se encarna el Eterno
en una criatura tierna.
VAMOS TODOS A ADORARLE
Y A ENTREGARLE NUESTRO AMOR,
PARA QUE PUEDA ENCONTRARSE
COMO EN EL CIELO O MEJOR.
José García Velázquez