Pensamiento del 29/12/2009.
"Son numerosas las tradiciones que dan al oficio del herrero un
significado simbólico. Pero lo que me interesa sobre todo, son
las correspondencias que se pueden descubrir con ciertos
procesos de la vida interior.
El herrero que quiere moldear un trozo de hierro, empieza
calentándolo; después lo golpea para darle una forma. Mientras
el hierro no esté caliente, puede golpearlo todo lo que quiera,
o resiste o se rompe. Este fenómeno nos revela que la verdadera
educación de los seres sólo puede hacerse con el calor, el calor
del corazón: el amor. Todos los que confían demasiado en el
intelecto en detrimento de los valores del corazón, todavía
necesitan ser educados, y esta educación pasa por el fuego del
sufrimiento. Se preguntan porqué sienten quemaduras y porqué
reciben golpes... Pues bien, es el Cielo que está calentándoles
y golpeándoles: haciéndoles pasar por estas pruebas, quiere
darles formas divinas."
Omraam Mikhaël Aïvanhov