ELEGIA LAMENTABLE
Desde este mismo instante seremos dos extraños
Por estos pocos días, quién sabe cuántos años
Yo seré en tu recuerdo como un libro prohibido
Uno de esos que nadie confiesa haber leído.
Y así mañana, al vernos en la calle, al ocaso,
Tú bajarás los ojos y apretarás el paso,
Y yo, discretamente, me cambiaré de acera,
O encenderé un cigarro, como si no te viera.
Seremos dos extraños desde este mismo instante
Y pasaran los meses, y tendrás otro amante:
Y como eres bonita, sentimental y fiel,
Quizás, andando el tiempo, te casarás con él.
Y ya, más que un esposo será como un amigo,
Aunque nunca le cuentes que has soñado conmigo,
Y aunque, tras tu sonrisa, de mujer satisfecha,
Se te empañen los ojos, al llegar una fecha.
Acaso, cuando llueva, recordarás un día
En que estuvimos juntos y en que también llovía.
Y quizás nunca más te pongas aquel traje
De terciopelo verde, con adornos de encaje.
O harás un gesto mío, tal vez sin darte cuenta,
Cuando dobles tu almohada con mano soñolienta.
Y domingo a domingo, cuando vayas a misa,
De tu casa a la Iglesia, perderás tu sonrisa.
¿Qué mas puedo decirte? Serás la esposa honesta
Que abanica al marido cuando ronca la siesta:
Tras fregar los platos y tender las camas,
Te pasarás las noches sacando crucigramas
Y así, años y años, hasta que, finalmente,
Te morirás un día, como toda la gente.
Y voces que aún no existen sollozarán tu nombre,
Y cerrarán tus ojos los hijos de otro hombre.
JOSE ANGEL BUESA