Mi alma vagabunda...
Envuelta en la pálida vestidura del silencio
vaga mi alma solitaria, por la playa desierta;
sopla la vida desde la orilla remota
en las horas secretas de mis pensares profundos
y el crepúsculo abierto al misterio va cayendo
sobre mi caprichoso destino andariego...
Ni es aciago destino, ni amargo camino,
es un concierto de soledad y silencio,
sobre mi alma desteñida de esperanzas,
asombro y llanto merodean mi destino
como plañideras del desierto...
Gota a gota horadaste mi noble alma
hasta encontrar la raíz de este amor;
me hallaste meditando atardeceres vacíos
y despertando alboradas huérfanas
a un lustro de tu tibia alcoba...
Un asombro dilatado observé en tus pupilas
por el acaso que creció en tu alma,
por la oquedad que hallaste en la mía.
Y en respuesta al destino absurdo,
desandaste pasos por la arena de tus playas
en busca de respuestas a tus dudas...
Vaga mi alma solitaria, desnuda de quereres...
Ninfa Duarte.
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