LA AMISTAD
No es posible disfrutar en esta vida sin dar, sin compartir, sin intercambiar afectos y sentimientos con otro ser humano, pues el valor de la amistad que dignifica y alegra nuestra existencia, se encierra sin duda en el cariñoso trato y afable comunicación con nuestros semejantes.
Únicamente cosecharemos amistad, en la medida en que hayamos sembrado amor, comprensión y sinceridad con nuestros semejantes, sin olvidar que la prueba de fuego de una verdadera amistad pasa necesariamente por la soledad y el infortunio.
La amistad se hace imprescindible hoy más que nunca, quizás porque todos sabemos un poco lo que es y lo que significa una amistad verdadera…
Porque una amistad auténtica es algo muy difícil, por su importancia, delicadeza y rareza.
La verdadera amistad es la que enriquece a los dos amigos, aquella en la que el uno y el otro dan lo que tienen, lo que hacen y sobre todo lo que son.
Ser un buen amigo o encontrarlo son las dos cosas más difíciles del mundo, porque suponen la renuncia a dos egoísmos, la suma de dos generosidades, el respeto a la libertad del otro y el seguir alimentando y cultivando ese entendimiento como una bella flor.
La amistad es una especial forma de amor puro, mutuo y desinteresado, ya que es algo muy grande y sencillo al mismo tiempo, pues consiste en dejar que el amigo sea lo que él es y quiere ser, ayudándole en eso y en todo.
A. Llin