Cuando llega el otoño, desaparece el lodo del agua. De la misma manera, cuando el concepto Dios entra en nuestro corazón, todas las demás concepciones y aspiraciones tendrán que retirarse gradualmente, dejando a Dios en posesión de todo. Cuando una gota auténtica de conciencia de Dios entra en el corazón, las fuerzas contrarias tendrán que irse y Dios conquistará y tomará posesión de todo.
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