Existe la historia del tonto que no conocía la caña de azucar. Cuando preguntó cuáles era las caracteristicas de ésta, un amigo le dio la información incompleta de que la caña de azucar se asemejaba a la vara de bambú, por consiguiente, comenzó a tratar de extraer jugo de las varas de bambú, pero naturalemente, vio fustrados sus intentos.
Esa es la situación de la entidad viviente, que, en su busqueda de felicidad trata de extraerla de este mundo material, el cual está sólo lleno de sufrimientos.
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