Aferrarnos a lo que siempre ha sido,
suele hacernos sufrir… :
cuando sientas que un ciclo se ha cumplido…
¡dejalo ir…!
Si hay cosas que reclaman su relevo
y empiezan a crujir…,
para que al fin pueda llegar lo nuevo…
¡dejalas ir…!
Los árboles ven sus hojas muertas,
en otoño partir…,
has como ellos…y a tus cosas yertas…
¡dejalas ir…!
Y si un hermano te lastimó en la vida
-como suele ocurrir-,
al que te ha herido…y a la propia herida…
¡dejalos ir…!
Y cuando las tensiones del momento
te quieran oprimir…,
inhala hondo…y con tu propio aliento…,
¡dejalas ir…!
Se tu más grande que las situaciones
que te tocan vivir…,
y también a oropeles y blasones…
¡dejalos ir…!
Y cuando el día finalmente llegue
de tener que partir…,
podrás, amigo, con sonrisa leve…
¡dejarte ir…!