Mis queridos Amigos:

     Es un día más, precioso, en mi islita querida, el sol brilla, ya el rocío ha desaparecido y los vientos alisios que nos refrescan del África juegan con las pencas de las palmas, como que las acaricia en un juego celeste entre la naturaleza y la flora. Y dentro de todo eso, yo me encuentro buscando algo que me inspire y no lo había encontrado hasta ahora.

     Hace algún tiempo atrás que el difunto, en paz descanse: “Julio Cachao, el cojo, a quien Dios le dio la dicha de haber nacido con un gran talento de músico, pero también un pie más corto que el otro, era zapatero, y siempre caminaba con un brinquito y con el culito medio levantado e ido de un lado, pero siempre caminaba erguido. Fue un adicto por muchos años, pero era miembro de “Narcóticos Anónimos” fue donde lo conocí. Murió limpio con más de diez años de recuperación. Pasamos mucho tiempo juntos y compartíamos nuestras experiencias a menudo en la iglesia Episcopal, El Buen Pastor de Fajardo en donde hacíamos las terapias juntos y hablábamos de nuestro diario compartir en términos de la vida con la vida en si y nuestro diario vivir.

     ¿Siempre me preguntaba que porqué yo leía tanto? (Es que siempre ando con algo de leer encima para hacer pasar el tiempo más rápido.) Le contesté: “Porque me gusta, en especial, amo la poesía… le dije.” “Y un día me pregunto que si yo quería unos libros que él había sacado de la basura.” “Me dijo que los había rescatado porque le daba pena y porque alguien los podía utilizar algún día.” Un martes llego en su “chustro” y abrió el baúl y me dijo: “ahí los tiene.” Wow, allí había una mina, había de todo un poco, y eran viejísimos y del Departamento de Educación de Puerto Rico ya obsoletos; eran de una biblioteca rodante que se usa para los campos difíciles, escritos y mal usados, no todos pero casi. Llegué a mi casa con los libros y los pegué y los reparé lo mejor que pude y los añadí a los que ya tengo que son unos cuantos, todos los que utilicé en mis años de estudiante universitario. Entre ellos había uno publicado por novena vez en el 23 de marzo del 1962 por Espasa-Calpe el número 149 de “Poesías completas de Antonio Machado y en su primera edición del 1940.” Es como una pequeña reliquia.

     Y esta mañana como siempre suelo hacer y lo abrí al azar en la página 228 “De un cancionero apócrifo CLXVII Abel Martín, poeta y filósofo español Sevillano. Se trata de la obra de Abel Marín. En donde Machado hace una crítica de las cinco formas que estudia Abel Marín de la objetividad en su obra extensa de la metafísica a cuatro disputa apariencias, es decir, apariencias de objetividad y en realidad, actividades del sujeto mismo. “La primera, la constante del conocimiento, considerado como problema infinito, que solo tiene de la pretensión objetiva de serlo. La segunda, el llamado mundo objetivo de la ciencia descolorido y descualificado, mundo de relaciones cuantitativas, es el fruto de un trabajo de desujetivación del sujeto sensible, que no se llega, claro es a plena realización y aunque a tal llegara, sólo conseguiría agotar el sujeto, pero nunca revelar el objeto alguno, es decir, algo opuesto o distinto del sujeto. La tercera el mundo de nuestra presentación como seres vivos, el mundo fenoménico propiamente dicho. La cuarta forma de la objetividad corresponde al mundo que representan otros puntos vitales el que aparece englobado en sus escritos. Y la quinta es el amor.”

     La verdad que es muy interesante la crítica esta y es bastante larga. Pero lo más que me llamó la atención fue la forma en que Abel Martín construye sus poemas, es fascinante.

Mis ojos en el espejo

son ojos ciegos que miran

los ojos con que los veo.

Gracias Petenera querida;

por tus ojos me he perdido;

era lo que yo quería.

Y en la cosa nunca vista

de tus ojos me he buscado:

en el ver con que me miras.

     Y hace unos cuantos años que había escrito una locura cuando vi la película Psicho,

y en una de las escenas en un dialogo el abogado dice: “Your eyes have eyes.”

     Este poema surgió de esa película que estaba viendo anoche y al hombre lo iban a electrocutar en la silla eléctrica y esto fue lo que le dijo a él su abogado, pero en una forma despiadada, tu ojos tienen ojos, pero en Inglés: “Your eyes have eyes” y yo lo cambie a algo sensual y amoroso. Porque esa primera estrofa, tenía algo muy bonito pensé y he aquí el poema que me invente, wow. De hecho muy bonito y sensual espero que les gusten a ustedes las mujeres. Y esto fue en el 2004.

Tus ojos tienen ojos,

por la forma en que miran,

a los míos en forma sensual.

Tus ojos tienen ojos,

cuando le añades una

sonrisa seductiva,

como que me dicen:

aquí estoy ven buscadme

y empiézame a amar..

Tus ojos tienen ojos,

cuando estoy solo contigo,

y me siento atrevido,

como para desear tu cuerpo infinito.

Tus ojos tienen ojos

atrevidos, cuando estás

en mi nido y me quieres

seducir hasta hacerme libar.

Tus ojos tienen ojos,

cuando de la nada,

una lágrima dulce,

se desaparece,

entre tus dulces

labios... porque

piensas que la

flor y la espina

vienen del mismo tallo.

Y un águila descansa,

en las alturas entre los

fuertes vientos,

eso es lo que ven

los ojos de tus ojos.

Cuando esa mirada

de los ojos de tus ojos,

pudiesen engañarte,

pero no lo hacen,

mejor prefieren amarte,

Porque es eso lo que yo veo...

al yo mirar los ojos de tus ojos

sí, y lo que veo es un amor eterno...

en los ojos de tus ojos,

los que mantienen a mi corazón

vivo, en vez de muerto...

El poeta Rascaso, Playa de Fajardo, 09-27-04

     Aunque nada de esto tiene que ver nada con la metafísica de Abel Martín, pienso que el tema de la metafísica es la unión entre el verso y el alma del poeta a lo cual nosotros los menos letrados le llamamos como la: “Musa.” Y más abajo nos dice Machado de Abel Marín que, en una nota, hace constar que fueron estos tres versos:

Mis ojos en el espejo

son ojos ciegos que miran

los ojos con que los veo.

los primeros que compuso, y que los publica, no obstante su aparente trivialidad o su marcada perogrullez, o simpleza, porque de ellos sacó, más tarde, por reflexión y análisis, toda su metafísica.

     Y yo pienso como siempre he dicho que la poesía desnuda brilla y habla por si sola, no hay que hacerla brillar como una estrella, porque en ellas a pesar de lo lejos que están, solo se ve el destello y el distanciamiento. Pero en lo sencillo te acercas, en lo sencillo no se te oscurece el mirar y no confunden los sentidos y haces tropezar menos al lector. Y la idea del poeta es llegar al corazón de esos que toman su tiempo mascando su comida, y no hacer como la vaca tragar, aunque ahogándose, para sacarla para volverla a mascar. Es simple la retórica es que una palabra buena y bien puesta y pensada equivale a mil pensamientos. ¿Una rosa es una rosa y? Che, deja ya de marchitarla. Así hablaba Darío y Juan-Ra. El resto es historia.

El Poeta Rascaso

Playa de Fajardo

Puerto Rico

2-11-10