LA OTRA
La que siempre está escondida y ama sin medida. La que no exige nada, porque a nada tiene derecho; sólo a unas horas de su tiempo, cuando él está dispuesto.
La que todos juzgan de interesada y mala. La que no saben que ama y por las noches llora en su almohada.
La que comparte su vida, sus sueños, sus angustias y problemas en la oscuridad. La que no puede salir a gritar a todo el mundo:
Yo la Amo.
La que no tiene nada suyo en su casa, sólo los recuerdos de una cena romántica, un ramo de rosas ya secas, pero que fueron el detalle de su presencia.
La que ama y acepta callada. La mala mujer, que se roba el cariño; pero esto no es robar, es sufrir, es amar, es aceptar callada.
La que quiere pasear de la mano de su amado, por las calles de la ciudad.
La que no tiene vida normal, porque ni siquiera un hijo puede engendrar.
La que aceptó las condiciones y no puso ninguna. La que espera y espera y recibe una llamada a escondidas: lo siento quizás otro día será.
Quedando en penumbra, con la cena servida, el vino en la nevera y las velas consumidas. La que celebra sola sus cumpleaños, sin poder siquiera abrazarlo. La que al llegar, dichosa lo abraza sin palabras ni reproches.
La que llora en silencio, el amar a quien no debió
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