Compañeros…, alguien me decía el otro día : “Las meditaciones del amor
incondicional resuenan en mí…las he practicado con cierta frecuencia…y siento
que mi corazón gradualmente se va abriendo como un pimpollo nuevo…y que estoy
siendo más amable, más tolerante, más comprensivo con mis hermanos del
camino…pero cuando aparecen en mi vida personas déspotas, crueles, insensibles,
o simplemente desubicadas…es superior a mí…no las puedo soportar…las confronto,
o les doy la espalda…”
Desde mi punto de vista, el mejor “sistema” para
tratar con esos “pequeños tiranos” que se nos presentan casi a diario, es salir
de la frecuencia vibratoria densa de la ira o el resentimiento que ellos puedan
generarnos, y pasar a una vibración más elevada donde esas emociones ya no
pueden existir, y donde son reemplazadas casi automáticamente por la bondad y la
comprensión: desde allí vemos que esos supuestos avasallamientos, eran
únicamente ilusiones, porque en verdad solo cobraban realidad en nuestra mente
(nada puede afectarnos si no lo consentimos en nuestro pensamiento).
Y
para llegar a vibrar más alto de una manera rápida, nada mejor que invocar a
nuestro yo futuro, nuestro ser de luz de quinta dimensión…fusionarnos con él…e
investirnos instantáneamente de su dulzura y su amor
incondicional.
Cuando nos “metemos en su piel”, nuestro enfoque se
expande súbitamente…y no solo desaparece el juicio hacia esos hermanos
¨equivocados¨…, sino que terminamos agradeciendo el papel que representan en
nuestros dramas cotidianos…, ya que son un impulso a nuestra evolución, a
nuestro crecimiento, a nuestra expansión de conciencia…
Ellos “arman” el
escenario para que podamos ejercitar nuestros aprendizajes en el amor
incondicional (sin sus roles de ¨provocadores¨y de ¨aguafiestas¨ ¿cómo podrían
darse los contrastes? ¿ Podría acaso escribirse un mensaje sobre una pared
blanca… con pintura blanca? ).
Y esa visión directa de la perfección de
cada papel desempeñado, se transforma entonces en pura comprensión, pura
aceptación, pura gratitud…
De todos modos, -en caso que nos costara
alcanzar esa vibración superior-, también es importante nuestra INTENCION de
relativizar esas circunstancias irritativas, recordando que no vale la pena
alterarse por cosas insignificantes… - y que en última instancia, ¨todas¨ las
cosas son insignificantes…-
Es por eso que…
Si alguien,
amigo, no actuó como esperabas… y te hirió al contestar… mirá sólo la luz
que hay en sus ojos… ¡ y dejalo pasar…!
Si te cerraron las puertas en
la cara cuando fuiste a golpear… pensá que era la puerta equivocada… ¡
y dejalo pasar…!
¡Todos estamos aprendiendo juntos el oficio de
amar…! Por eso, comprendelo al que te agravia… ¡ y dejalo pasar…!
Y
transmutá las ondas negativas que te lleguen a enviar; convertilas en
vuelo de palomas… ¡ y dejalo pasar…!
Porque siempre el que agrede es
el que sufre su olvido del Hogar, envolvelo en un manto de ternura… ¡ y
dejalo pasar…!
Y si en vos mismo un pensamiento oscuro te quiere
amedrentar… transfiguralo con tu luz radiante… ¡ y dejalo
pasar…!
Cada vez que te salgan mal las cosas, tratá de recordar
: “la vida es breve para ser pequeña…” ¡ y dejalo pasar…!
Y en el
final del ciclo, cuando tu alma evalúe tu andar… al mirar tus
errores…también ella… ¡ lo dejará pasar…!
Jorge
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