¡Si…, ya escucho los rezongos, camaradas de senda…! : “¡¿Qué dice este hombre?!...¡¿Qué ¨elijo¨ ser feliz…y ya está…?!...¡Claro! ¡A él no lo habrán echado del trabajo como a mí! ¡No le habrán diagnosticado artritis reumatoidea…! ¡No se estará divorciando…! ¡No le estarán por rematar la casa…!
¡Pero justamente de eso se trata, compañeros de viaje…!
¡De poder ser feliz…AÚN atravesando cualquiera de esos duros momentos...!
¡Ser feliz…A PESAR de ellos…!
Encontrar dentro nuestro, ese núcleo de sereno equilibrio…, de calmada ecuanimidad…, que nos permita elevarnos por sobre las circunstancias de la vida, cualquiera que ellas sean…
Dejar de ser hojas a merced del viento…, siempre temerosos de que se transforme en un huracán devastador…, y siempre esperanzados en que se convierta en una brisa suave de aire fresco… ; ese viento que –según la dirección de la que provenga-, aprieta ¨nuestros botones¨ a su antojo : “¡entristecete!”… “¡alegrate!”… “¡deprimite!”… “¡enfurecete!”… “¡reí!”… “¡llorá!”… “¡sentí paz!”…
Cuando nos ubicamos ¨en el centro de nuestro centro¨ ,…¡somos nosotros los que tomamos ¨el mando¨!
Si a través de la meditación, la intención, y la respiración, activamos el ADN en nuestras células, -y con él nuestra Divinidad y nuestra Maestría-, podemos llegar entonces a modificar el karma…y reescribir nuestra historia…
¡Y paradójicamente, al hacerlo, también nuestras circunstancias de vida se transforman…!: las enfermedades se curan…, las relaciones pasan a ser plenas y armónicas…, surge la abundancia…, y la paz florece en nuestro corazón…
Y además, fundamentalmente, podemos cumplir a cabalidad nuestro rol de trabajadores de la luz…
Porque somos nosotros, camaradas de ruta…, nosotros –los trabajadores de la luz a lo largo y a lo ancho del planeta-, los encargados de enraizar las energías superiores que están llegando a la Tierra…, y simultáneamente, de irradiarlas a nuestro alrededor…
¡Somos nosotros las anclas que arraigan la luz…, y a la vez los faros que la proyectan…!
¡Somos nosotros en quienes se referenciarán nuestros demás hermanos del camino, en esta época de grandes cambios que se avecinan…!
¡¿Vas a renunciar a tu rol...en medio de la tormenta...?!
Jorge
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