Ya mañana es el día de los enamorados
que hermoso día, pero yo creo que ese día
debería de celebrarse todos los días.
Porque al amor hay que festejarlo todos los días
de nuestras vidas. ¿Y el resto del año qué?
Hasta a eso nos limitamos, es como una incapacidad,
de un breve recuerdo, ¿hoy flores y mañana qué?
Hasta donde llega la hipocresía,
se piensa que el amor se demuestra
con una cajita de chocolates
que hay veces llega desnutrida…
¿Y que de los regalitos?
¡Después de un largo año
de ingobernabilidad, dolor
y hasta hay veces de castigo…
por lo ingrato que somos!
Muchos de nosotros no tenemos
ni la mínima idea de que se trata el amor,
muchos concedemos que un título de propiedad,
nos da el derecho a pormenorizar
a aquella que juró amarnos tanto…
Y las tratamos como un pedacito de carne
a quien se les utiliza cuando nos da gusto en gana.
Sí, hasta donde ha llegado la hipocresía,
saben el amor, ni se compra, ni se vende…
El amor es una transcendencia del alma
y también del espíritu, entre dos seres humanos…
Pero nos limitamos, y cuando no, nos conviene
salimos corriendo como alma que ha visto al diablo…
2-13-10
Y aquí los dejo con esto de Sor Juana Inés de la Cruz
Arguye de inconsecuentes el gusto
y la censura de los hombres que en
las mujeres acusan lo que causan
-
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
-
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
-
Combatís su resistencia,
y luego con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
-
Queréis con presunción necia
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Tais,
y en la posesión, Lucrecia.
-
¿Qué humor puede ser más raro
que el que falta de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
-
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
-
Opinión ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata
y si os admite, es liviana.
-
Siempre tan necios andáis
que con desigual nivel
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.
-
¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende
y la que es fácil enfada?
-
Mas entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos enhorabuena.
-
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
-
¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada,
la que cae de rogada
o el que ruega de caído?
-
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
-
Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.
-
Dejad de solicitar
y después con más razón
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
-
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.