No intentes posar tus manos sobre su inocente Cuello (hasta la más suave caricia le parecería el brutal manejo del verdugo).
No intentes susurrale tu amor o tus penas (tu voz lo asustaría como un trueno en mitad de la noche).
No remuevas el agua de la laguna no respires. Para ser tuyo tendría que morir.
Confórmate con su salvaje lejanía con su ajena belleza (si vuelve la cabeza escóndete entre la hierva).
No rompas el hechizo de esta noche de verano. Trágate tu amor imposible. Ámalo libre.
Ama el modo en que ignora que tu existes. Ama al cisne salvaje.
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